Entrega la UJAT premios Nacional Malinalli a Garzón, Ibáñez, Gloria Ramírez y al Hospital Juan Graham Casasús

Por la defensa de los Derechos Humanos y ayuda humanitaria, el ex juez español, Baltasar Garzón Real; el doctor Joaquín González Ibáñez, cofundador de la Fundación Berg; la doctora Gloria Ramírez Hernández y el personal del Hospital de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasús”, recibieron el Premio Nacional Malinalli 2022, en sesión solemne presidida por el rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Guillermo Narváez Osorio y el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero León.

El auditorio del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza (CIVE), congregó a los integrantes de la Junta de Gobierno, Colegio de Directores, Patronato Universitario, sociedad civil, empresarios, servidores públicos, académicos, estudiantes y funcionarios universitarios, además de la presidenta del Voluntariado, Aura Estela Noverola Alcocer, para ser testigos de la premiación que se enmarcó el 64 Aniversario de la máxima casa de estudios. 

En representación de los integrantes del Hospital Regional de Alta Especialidad "Dr. Juan Graham Casasús", quienes estuvieron acompañados por la secretaria de Salud, Silvia Roldán Fernández y el director del nosocomio, Víctor Manuel Narváez Osorio, el oficial de traslado, Jorge Alberto Suárez Collado, destacó que la relevancia del hospital, se hizo inobjetable en los dos últimos años y medio, cuando en el marco de la pandemia, el Hospital fue designado el 17 de marzo de 2020 como Centro Estatal de Atención del Covid-19, convirtiéndose así en una puerta a la esperanza para miles de tabasqueños que sufrieron los estragos de esa enfermedad.


“En esta lucha salieron a flote el miedo, la vulnerabilidad que todo ser humano tiene, nos cambió la vida y aprendimos a vivir con ese cambio”, precisó, para resaltar la labor que en cada área de trabajo se realizó para atender a los contagiados por el virus y salvar más de siete mil vidas.

En tanto la Doctora Gloria Ramírez Hernández, fundadora de la cátedra Unesco de los Derechos Humanos en la UNAM, resaltó la importancia que tiene incorporar en los planes y programas académicos de las universidades, la perspectiva de género, tal y como se establece en el artículo tercero constitucional.

“La Ley General de Educación Superior, marca los criterios para elaborar las políticas públicas que deben incorporación de la transversalidad de las perspectivas de género en todas las funciones académicas y de enseñanza, la investigación y extensión, así como en las administrativas, con el propósito de contribuir a la igualdad y la equidad en el ámbito de la educación superior”, destacó.

En su oportunidad, Joaquín González Ibáñez, cofundador de la Fundación Berg, señaló que  América Latina es  para un español una lección perenne de responsabilidad, pero también es un catalizador para entender que la injusticia sigue presente entre nosotros.
“Los Derechos Humanos son un asunto del legítimo interés para la comunidad internacional. No hay pasaportes para los derechos humanos, no hay pasaportes para las violaciones, sino que este es un interés que concilia todas nuestras necesidades y voluntades”, puntualizó.

En su turno, el ex juez español Baltasar Garzón, hizo una serie de puntualizaciones respecto a la importancia de la defensa del medio ambiente y los derechos humanos, el quehacer judicial y el servidor público por la responsabilidad que representa el ejercicio de sus actividades.

Dijo que un profesional del derecho no debe esconderse, porque eso “es no cumplir con la función de servidor público que tiene, porque ese es el quebranto mayor de los derechos humanos y de los derechos fundamentales que constitucionalmente en cada uno de nuestros países están reconocidos”.

Expresó que la lucha por los derechos humanos no debe ser una afición, o un modus de participar “sino es una obligación de todos y cada uno de nosotros”, pero lamentó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948, sea la más quebrantada en la historia de la humanidad, y la cual se tiene la obligación de conocer, estudiar y practicar.

“Los jóvenes tienen la obligación de aplicarla en el presente y en el futuro, al igual que maestros y profesores, operadores del derecho, tienen la obligación de respetar las garantías, los derechos, y los abogados no solo conocerlos sino practicarlos, y si no lo hacen estamos quebrantando la ley que es lo más perverso que puede ocurrir, pero sobre todo los jueces, porque es el último reducto, es ahí donde los ciudadanos que necesitan la justicia para sobrevivir cuando se quebrantan las garantías”, precisó.

Como abogado defensor, hizo mención del caso Julian Assange y WikiLeaks, señalando que su decisión de difundir los crímenes de lesa humanidad y corrupción en Iraq, fue un acto de ejercicio de la libertad de expresión, hecho que lo tiene en un proceso de extradición a Estados Unidos lo cual consideró como un acto de “injusticia”.