Ingeniería en Alimentos (DAMR)

Campos de Acción Laboral

PE 2016

La ingeniería de alimentos es la herramienta más valiosa para transformar el conocimiento tecnológico en proyectos y acciones con impacto en la producción, y el comercio de bienes y servicios alimentarios. El desarrollo de la ciencia y la tecnología no pueden entenderse sin el soporte de la ingeniería, toda vez que esta determina los escenarios reales de aplicación de los conocimientos fundamentales. En el ámbito global entre las industrias alimentarias que contratan entre otros, Ingenieros en alimentos destacan: Nestlé, Mondelez International, Pepsi, Unilever, Danone, Mars, Kraft Foods, Kellogg, General Mills, Lactalis, Grupo Bimbo, Ferrero, y otros. La empresa mexicana Bimbo destaca dentro de la participación del mercado de alimentos procesados, la cual cuenta con amplia oferta de productos y capacidad de innovación para entrar a nuevos mercados. Por el tipo de clima tropical húmedo que se tiene en el estado de Tabasco es un reto, ya que favorece el crecimiento y desarrollo de microorganismos contaminantes por la alta humedad y temperaturas que prevalecen, por lo que se requiere de profesionales de la Ingeniería de alimentos que orienten adecuadamente el uso y manejo de los recursos agropecuarios y pesqueros, para así favorecer el desarrollo de la industria alimentaria en la región. Actualmente Tabasco se encuentra entre las 10 entidades con menor número de unidades económicas enfocadas al procesamiento de alimentos (Tabla 8).

 

Tabla 8. Número de unidades económicas de procesamiento de alimentos por Entidad

El Ingeniero en Alimentos puede incursionar en todas aquellas empresas, organismos e instituciones que estén relacionadas con el área de alimentos y bebidas; tanto en la etapa de investigación, diseño o propuesta como en las de producción y calidad total, por ello, el campo de trabajo comprende: a) Micro, pequeñas, medianas y grandes empresas dedicadas al procesamiento de alimentos, realizando actividades en el área de producción como: planeación y control de procesos, control de calidad y mejora de productos/procesos; así como actividades de supervisión y control de procesos, análisis de alimentos e investigación y desarrollo para la innovación de productos y procesos. Al igual que actividades de evaluación y análisis de indicadores para la toma de decisiones administrativas relacionas con productos y procesos. b) Micro, pequeñas, medianas y grandes empresas dedicadas a la comercialización de productos alimenticios, realizando actividades de supervisión y control en el área de recepción, manejo, almacenamiento, transporte y exhibición de alimentos. A través de la aplicación y verificación del cumplimiento de especificaciones y normas. Así como en manejo de inventarios y costos. c) Microempresas alimentarias (autoempleo) realizando actividades de desarrollo de productos y procesos; desarrollo y adaptación de tecnologías; desarrollo y análisis de estrategias de comercialización de productos alimentarios; análisis de cadenas productivas, comercialización y administración de empresas. d) Centros de investigación del área de alimentos, tanto del sector público como privado, participando en la realización de investigación en el área de ciencia y tecnología de alimentos, al colaborar en la solución de problemas científicos a través del manejo de equipos, instrumentos y aplicación de técnicas de análisis. e) Bufetes de asesoría o servicios independientes, proporcionando consultoría en la cadena productiva del área de alimentos, diagnosticando y solucionando problemas específicos, elaboración y evaluación de proyectos productivos. f) Organismos gubernamentales de regulación y control del riesgo sanitario de los alimentos, realizando actividades de análisis de alimentos, verificación y asesoría, de acuerdo con la regulación y normatividad sanitarias vigentes en la cadena productiva de alimentos. A través de análisis fisicoquímico y microbiológico de alimentos, verificación sanitaria de producto, de establecimientos industriales, comerciales, de servicios de alimentos, y asesoría técnica en inocuidad alimentaria. g) Organismos gubernamentales encargados de la planeación y fomento del desarrollo de la industria alimentaria.  Ademas los egresados de Ing. en Alimentos son capaces de desarrollar tecnologías agroalimentarias, aplicar el control y gestión de calidad, investigación, consultoría, asesoramiento y peritajes técnicos en el campo de los alimentos; llevar adelante el trabajo asegurando la calidad de los productos alimentarios y el cuidado del medio ambiente. En cuanto a las características del sector alimentario del país, el estado de Tabasco posee un enorme potencial de producción alimentaria, el cual es necesario aprovechar para contribuir a resolver los problemas de empleo, ingreso y alimentación que prevalecen. Por lo que es fundamental la participación de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco con el desarrollo e impartición de planes de estudio que permitan la formación de profesionistas con visión innovadora, gestión empresarial y alto nivel competitivo, capaces de aplicar la ciencia y tecnología alimentaria para la producción de bienes y servicios dentro del sector alimentario. Con la finalidad de ofertar programas de estudio pertinentes, que respondan a la demandas reales del entorno, el Plan de Estudios del PE de Ingeniería en Alimentos, es evaluado y analizado cada cuatro años, con fines de reestructuración, de manera que la formación responda a las necesidades de una sociedad en continuo cambio en relación con las tendencias del consumo, la innovación en productos y procesos, así como las regulaciones vigentes y la necesidad de fomentar un consumo saludable de alimentos entre la población.  La Universidad se apoya en el acercamiento al sector productivo mediante la realización de foros de empleadores y de egresados. En este ejercicio se retoman las aportaciones y experiencias de quienes requieren al profesionista egresado del Programa, así como de aquellos que se han enfrentado directamente a las necesidades del entorno laboral. Así, el Foro de Empleadores tiene como finalidad, establecer un espacio de análisis crítico, reflexivo y propositivo entre la Universidad y los empleadores para intercambiar opiniones acerca de la formación de los egresados.  Con el objetivo de identificar la opinión de los empleadores en torno al desempeño profesional de los egresados, y contar con información precisa que permita tener una perspectiva más amplia sobre la calidad y pertinencia del proceso de formación profesional que lleva a cabo la Universidad, se elaboró un instrumento para recabar información acerca de las fortalezas y áreas de oportunidad de los egresados del Programa Educativo de Ingeniería en Alimentos.  En total se encuestaron 18 egresados del Programa Educativo (DACA) con una edad entre 23 a 42 años. Dichos egresados cursaron sus estudios durante el periodo comprendido entre 1996 a 2015; titulándose entre el año 2001 a 2015. El 63 % de los encuestados están titulados (60 % tesis y 40 % otras opciones), y un 25 % están en proceso. Entre los problemas para lograr su titulación, destacan: problemas personales y económicos. Solo el 25 % de ellos optaron por estudiar un posgrado (predominando maestría, y solo un doctorado) y un diplomado (6 %). Al concluir sus estudios un 44% opto por buscar trabajo, encontrando trabajo en dos a seis meses. Entre las principales causas que dificultaron encontrar trabajo destacan: pocas ofertas de trabajo atractivo, escasa experiencia laboral y el poco conocimiento sobre la carrera en el entorno.  En la actualidad el 56 % está laborando, principalmente en empresas del sector privado, enfocadas a su área profesional, con una antigüedad de más de 30 meses. Manifestaron que la oferta laboral es regular. Destacando la contratación por contrato, con ingresos de $ 8 000 a 12 000 mensuales y en más de $ 20 000. Entre los factores que han facilitado su desempeño laboral, destacan: los conocimientos de la disciplina, la habilidad para saberse comunicar. Además de la disposición para la capacitación constante y el razonamiento lógico y analítico.  Con relación a las dimensiones evaluadas relacionadas con el Plan de estudios de Ingeniería en alimentos de la DACA, entre los resultados más relevantes destacan en la dimensión de “muy de acuerdo y de acuerdo” ya que el 100% de los egresados manifestaron que cuando estudiaron había claridad en los objetivos de la formación   En relación a las 11 dimensiones evaluadas relacionadas con el Plan de Estudios de Ingeniería en Alimentos de la DACA, entre los resultados más relevantes destacan: que el 100% de los egresados respondieron estar “muy de acuerdo y de acuerdo” en que, cuando estudiaron, había claridad en los objetivos de la formación impartida. El 94% respondieron estar “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que su historial académico siempre estuvo disponible para su consulta. En relación a conocer las autoridades de la carrera, los egresados respondieron estar “muy de acuerdo y de acuerdo”, en un 94%. En un 72%, los egresados respondieron estar “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que la carrera proporciona una formación que permite afrontar el proceso de titulación y obtención del grado académico sin inconvenientes. El 55% de los egresados estuvo “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que el número de docentes que los formaron y atendieron, era adecuada. Los egresados consideran en un 67%, que la Institución (DACA) fue “muy buena y buena”, en que la carrera les proporcionó la capacidad para integrarse a la comunidad y participar responsablemente en la vida ciudadana. Los egresados estuvieron “muy de acuerdo y de acuerdo”, con un 55%, en que el mapa curricular era coherente. En un 40%, los egresados están “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que se cuenta con un proceso eficiente de egresados. El 45% de los egresados están “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que siempre encontraban los libros u otros materiales que necesitaban en la biblioteca. En un 56% de los egresados está “muy de acuerdo y de acuerdo”, en que la formación que recibió fue suficiente para desempeñar satisfactoriamente su práctica profesional y enfrentarse al mundo laboral. En un 61% de los egresados, están “muy de acuerdo y de acuerdo” en que, si tuvieran la oportunidad de elegir otra vez donde estudiar esta carrera, nuevamente optaría por esta División. Por último, los comentarios y sugerencias de los egresados hacia el Plan de Estudios de Ingeniería en Alimentos de la DACA, constituyó un apartado muy valioso, ya que, el egresado en completa libertad e independencia, tuvo la oportunidad de opinar sobre aspectos específicos vividos en su formación académica como estudiante, y por consiguiente son aspectos importantes que se consideraron en el proceso de reestructuración 2016. En el caso de la DAMR se se aplicaron ocho encuestas, que corresponden al 17% de los egresadosde las cohortes de 1997 a 2006, con edad promedio de 34 años, quienes egresaron entre los años 2003-2010 y se titularon entre los años 20042013. El 100% de los encuestados se tituló por las modalidades de tesis, examen, promedio, caso práctico y diplomado, siendo la primera opción la más utilizada. El 63% de los egresados no continuaron con otro tipo de estudio, el restorealizaron estudios de maestría. El 88% de los egresados buscó empleo activamente y el 13% de los que no lo hicieron fue porque continuaron estudiando. El tiempo que tomaron en conseguir empleo fue variable, desde menos de dos meses hasta más de 24 meses. La principal dificultad para conseguir empleo fue su escasa experiencia laboral (63%). Por otra parte, el 83% de los que encontraron empleo después de su egreso; actualmente ya no laboran en el mismo, debido a que encontraron mejores ofertas de trabajo. 

Los medios por los cuales los egresados de la DAMR lograron su incorporación laboral fueron variados, predominando las solicitudes en la bolsa de trabajo de las empresas, por solicitud de sus servicios y por recomendación. El 71% de los egresados que tienen empleo trabaja en el sector público y el 29% en el sector privado, ocupando principalmente cargos como docente (57%), seguido de puestos administrativos, subjefes y jefes de área. El 71% de los egresados que tienen empleo trabajan en áreas relacionadas con su formación profesional, trabajando en empresas con giro educativo (Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario, Universidad Autónoma del Carmen y UJAT) y productivo (industria petroquímica). El 100% de los egresados que tienen empleos no relacionados con su perfil profesional, exponen que continúan en él debido a que perciben mayor salario. Los egresados que trabajan en su área de formación profesional llevan laborando más de 30 meses (63%). En general, el 63% de los encuestados que laboran tienen contrato, el 25% tiene base y el 13% es de confianza. Su salario varía entre 4,000-8,000 (50%), 8,000-12,000 (25%), y menos de 4,000 (13%). Los encuestados de DAMR exponen que los factores que consideran han facilitado su desempeño en el área laboral son predominantemente su disposición para la capacitación constante, seguido de sus conocimientos en la disciplina, conocimientos especializados, razonamiento lógico y analítico, habilidad en la toma de decisiones y soluciones, habilidad para saber comunicar. Los egresados de la DAMR citan en un 75 % estar “muy de acuerdo y de acuerdo” con el cuestionamiento “la formación recibída fue suficiente para desempeñar satisfactoriamente en la práctica profesional y para enfrentarme al mundo laboral”; también mencionaron en un 76 % que en el mercado existe interés por contratar a los egresados. Sin embargo el 63% de los encuestados opinan que existe poca oferta de trabajo en su área de formación profesional.  Asimismo, se aplicaron encuestas a empleadores. Se entrevistaron 11 empresas del sector público y privado, quienes en algún momento han contratado Ingenieros en Alimentos egresados de la DAMR, UJAT y seis empleadores que han contratado egresados de DACA. Las empresas son las siguientes: Especializacion profesional de personal S.A de C.V al servicio de quimica apollo S.A de C.V., H. Ayuntamiento de Tenosique, Grupo Francisco de los Ríos, CEAS Tenosique y Pollos valadez. El 80% de los empleadores están “muy de acuerdo y de acuerdo” con que los conocimientos y perfil con los cuentan los egresados, permitiendo satisfacer los requerimientos de su empresa. Por lo que en un 80% volverían a contratar egresados del PEIA, de igual forma, el 60 % opinaron que los egresados del PE pueden relacionar adecuadamente el conocimiento teórico-práctico. El 80% de los empledores mencionaron que los egresados muestran facilidad de expresión oral y escrita y pueden emitir su propia opinión fundamentada con los conocimientos recibidos. El 60 % dicen que los egresados pueden diagnosticar y resolver problemas, y que utilizan las herramientas informáticas con facilidad. Sin embargo indicaron que los egresados no salen preparados para hablar o escribir en otro idioma.  El 80 % de los encuestados mencionaron que los egresados son capaces de trabajar en equipo, y muestran motivación para investigar y profundizar sus conocimientos. La mayoría de los encuestados (60%) estuvo de acuerdo en que los egresados respetan la opinión de otros, estando en desacuerdo, y que son capaces de comprender el mundo actual. El 100% de los empledores dijeron que los egresados pueden resolver conflictos y asumen responsabilidades, por lo que dijeron tener la confianza en que los egresados del PEIA tienen excelente reputación y valoración, y que es una carrera reconocida porque forma profesionales de excelencia (80%). Algunos empledores mencionaron que los egresados que deben tener valores como la puntualidad y conocimientos en áreas específicas dentro de las organizaciones (producción, desarrollo, innovación, estrategias de organización, etc). De igual forma, se realizó una búsqueda por internet a nivel nacional para identificar claramente las necesidades del mercado de trabajo y las competencias en la formación del Ingeniero en Alimentos, necesarias para insertarse exitosamente en el mercado laboral, al responder adecuadamente a las necesidades del sector alimentario actual. Los resultados en conjunto indicaron que el mercado de trabajo requiere Ingenieros en Alimentos con una visión crítica, con capacidad de análisis y de resolución de problemas, además de ser capaces de tomar decisiones y de trabajar en equipo. En cuanto a los conocimientos destaca la formación ingenieril en control de procesos, así como el conocimiento actualizado de las normas y regulaciones nacionales e internacionales aplicables a los diferentes rubros relacionados con los alimentos y la industria alimentaria. Asimismo, se establece la necesidad de contar con profesionales capaces de comunicarse en el idioma Inglés, lo que hace necesaria una formación sólida.  Con relación al programa de Ingeniería en Alimentos, la región Sur Sureste representa un campo muy extenso para el desarrollo de los profesionistas de esta área, debido a que esta región se caracteriza por una variedad extensa de recursos naturales entre éstos se concentran los más grandes acuíferos del país, en los que destacan los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz y Oaxaca; siendo los menos explotados y en los que se tienen costas, ríos, presas y cuerpos de agua que pueden generar recursos con manejo integral y sustentable que requieren una práctica emergente del sector industrial, es decir se demanda la aplicación de una política sustentable de fomento a la actividad acuícola y pesquera, promoviendo y consolidando esquemas eficientes de producción, manejo y canales de comercialización de las diferentes especies que se cultivan en el estado, para lo que se requiere fomentar la capacidad organizativa de los productores en torno a proyectos productivos.  En relación con la demanda real de los Ingenieros en Alimentos, cabe destacar que la mayor demanda se ubica en los estados con un desarrollo más pujante de la industria alimentaria, siendo Tabasco un importante productor de materias primas para esta industria, resulta fundamental el incluir entre las competencias sello, o institucionales, la capacidad de emprender (PLED 2013-2018). Dado el potencial del entorno para el desarrollo de la industria alimentaria como eje de desarrollo socioeconómico del estado.